Colombia Informa
Publicado por Editora Bogotá | Oct 12, 2024
CI.- Las recientes amenazas contra los medios Vorágine, Revista Raya y varios medios alternativos, así como contra comunidades y liderazgos sociales, evidencian que los grupos paramilitares son reales, crecen y nunca se desmovilizaron.
El pasado 10 de octubre, el medio Vorágine anunció que dejaría de publicar de forma indefinida investigaciones sobre paramilitarismo y narcotráfico, debido a situaciones que afectaban la seguridad de sus periodistas y colaboradores.
A esto se suman las amenazas realizadas por el Clan del Golfo (Ejército Gaitanista) en contra de la Revista Raya, las cuales fueron denunciadas por periodistas de ese medio.
De igual forma, Revista Raya fue estigmatizada por el grupo paramilitar, quien buscó justificar las amenazas contra el medio debido a las investigaciones realizadas contra narcotraficantes, empresarios, políticos e integrantes del Estado, vinculados con el Clan del Golfo.
Ataques contra medios alternativos
De otro lado, medios alternativos como Periferia, El Turbión, Colombia Informa entre otros muchos han recibido amenazas o ataques parte del paramilitarismo y las fuerzas militares.
Un ejemplo fue el ocurrido en 2022 cuando las llamadas disidencias colocaron un carro bomba contra el edificio de las organizaciones sociales en Saravena, Arauca. Allí funciona la sede del medio Trochando Sin Fronteras.
De igual forma, los perfilamientos realizados durante el gobierno Duque contra varios medios, periodistas y, entre otras personas, críticos del gobierno uribista.
Según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en Colombia han sido asesinadas 165 personas dedicadas al periodismo y la comunicación por razones relacionadas con el oficio.
La FLIP afirmó que “frente a la investigación de los crímenes, la justicia ha sido negligente en la mayoría de los casos”.
Por otra parte, desde que inició el Gobierno Petro, las comunidades han realizado al menos dos grandes movilizaciones en el Magdalena Medio para exigir el desmonte del paramilitarismo.
A pesar de las promesas hechas por el gobierno, el Clan del Golfo se fortalece, mientras asesina a líderes y lideresas sociales.
Paramilitarismo desbordado
El Clan del Golfo tiene mucho que ver con el bloque Élmer Cárdenas de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Ricardo Giraldo, quien es abogado del Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), conocido como el Clan del Golfo, dijo que este grupo supera al ELN y las disidencias en el número de combatientes. Giraldo señaló que el Clan del Golfo en la actualidad tiene más de 14.000 hombres armados.
Por su parte, el excomisionado de paz, Danilo Rueda, estimaba a comienzos de 2023 que el grupo paramilitar tenía cerca de 9.000 hombres.
Una investigación realizada por el Centro de Pensamiento Internacional Crisis Group afirma que tiene entre 6.000 y 7.000 integrantes en sus filas y opera en al menos 17 de los 32 departamentos del país.
A pesar de las diferencias presentadas en los distintos estudios, todos coinciden en que el Clan del Golfo es la organización armada al margen de la ley más grande que existe en Colombia actualmente.
De otro lado, está su acelerado crecimiento. El Clan del Golfo pasó de tener un estimado de unos 5.960 integrantes en 2016 a entre 9.000 y 14.000 en 2024, lo que equivale a un incremento del 93%.
Aumento territorial del paramilitarismo
El Clan del Golfo está presente en subregiones históricas del paramilitarismo como Urabá y el Bajo Cauca Antioqueño y el departamento de Córdoba.
También extiende su presencia al Chocó, Bolívar, Sucre, Magdalena, Santander, Cesar, La Guajira, Meta, Cauca, Valle del Cauca, Nariño, Cundinamarca, entre otras regiones.
De igual forma, tiene importante presencia en el Suroeste antioqueño, el Oriente, el Nordeste y el Valle de Aburrá. Este grupo es uno de los que tiene mayor poder en la ciudad de Medellín, Bogotá, Barranquilla, Barrancabermeja y Cali, entre otras ciudades.
Un informe del mes de agosto realizado por la Defensoría del Pueblo afirma que el Clan del Golfo tiene presencia en el 75% del territorio colombiano y opera en 24 de los 32 departamentos.
Según la Defensoría, el 54% de las alertas tempranas emitidas por esa institución fueron relacionadas con el Clan del Golfo, lo cual evidencia que representan una amenaza contra la seguridad nacional y la paz en los territorios.
Así mismo, entre 2019 y 2024, este grupo pasó de tener presencia en 213 municipios a ocupar 392, es decir, un incremento del 84%.
Financiación paramilitar
Este grupo tiene un importante poder, gracias a sus cruciales recursos económicos adquiridos por medio de la extorsión que realizan contra los pequeños y medianos negocios en los territorios.
Además de sus nexos con el narcotráfico, también realizan asesinatos, masacres, minería, tráfico de personas, explotación sexual, entre otras acciones que les permiten ganar millonarios recursos.
De hecho, en 2021, la policía, la Interpol y la Fiscalía de Colombia desarticularon una red de lavado de activos al servicio del Clan del Golfo.
Esa sola operación realizada en Pereira, Medellín y Santa Marta encontró que entre 2011 y 2020 el Clan del Golfo estructuró once empresas fachadas a través de las cuales movían el dinero producto del narcotráfico en sectores productivos como la construcción, hotelería, alumbrado público, haciendas ganaderas y otros sectores relacionados con la contratación departamental y/o municipal.
Solo durante esa operación les incautaron bienes que ascienden a los 250 mil millones de pesos.
De otro lado, el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) afirma que la ganadería, la cual es reconocida como un sector históricamente aliado con el paramilitarismo, es una de las actividades económicas más usadas para lavar dinero. En varias de las regiones donde opera el Clan la principal actividad económica es la ganadería.
Dinero, poder y terror
El Clan del Golfo es responsable de desplazamientos forzados masivos, confinamientos de comunidades enteras, reclutamiento forzado.
Usan a menores de edad en actividades criminales, desapariciones forzadas, violencia sexual, restricción de la movilidad, así como poner en riesgo a las comunidades durante enfrentamientos armados.
Los millonarios recursos con los que cuenta el Clan del Golfo es lo que le ha permitido crecer de forma rápida, ya que ofrecen beneficios a quienes se vinculan.
A esto se suma el apoyo brindado por políticos, empresarios, militares, entre otras personas que mantienen apoyos en los territorios.
Paz y paramilitarismo
Aunque el presidente Gustavo Petro anunció el pasado mes de agosto el inicio de conversaciones de paz con el Clan del Golfo, las cosas no avanzan y presentan varias dificultades.
Por un lado, el Clan del Golfo busca un reconocimiento político para lograr llegar con más fuerza a una mesa de diálogos.
Sin embargo, aunque la negociación de paz podría ser útil para ese grupo, no parecen interesados. De hecho, son constantes sus asesinatos de liderazgos sociales, el control que realizan contra las comunidades, entre otras acciones criminales contra las comunidades, mientras hablan de tener interés en la paz.
De otro lado, la idea de darle estatus político a este grupo no es algo que le interese al Gobierno Petro, que busca una fórmula legal para ofrecerle al Clan del Golfo que se desmovilicen y acojan a la justicia, lo cual no le interesa a quienes dirigen ese grupo.
Varios analistas coinciden en que el Clan del Golfo tiene en la actualidad una posición de dominio en el mundo criminal. Esta sería una de las razones por las cuales hablan de paz mientras atacan a las comunidades.
Además de su crecimiento y fuerte presencia territorial, el Clan del Golfo mantiene enfrentamientos en varias regiones con el grupo insurgente ELN y algunas expresiones de las disidencias, lo cual indica que pretende continuar su expansión y dominio territorial.
En caso de una eventual desmovilización del ELN, sería el Clan del Golfo quien se apoderaría de forma más fácil de los territorios, como ocurrió en el proceso de paz de 2016 con las desaparecidas FARC.
CI FC/12/10/2024/19:00
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