El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de honduras hace de conocimiento a la opinión pública el asesinato el día de hoy de nuestro compañero Nelson García de la comunidad de Río Chiquito en el departamento de Cortés, a manos de dos personas desconocidas.
Lamentamos tener que informar que el compañero Nelson García fue asesinado cuando llegaba a la casa de su suegra a almorzar, luego de haber estado toda la mañana ayudando a mover los enceres de las familias desalojadas de la comunidad de Río Chiquito.
El asesinato ocurrió en el marco del desalojo efectuado contra la comunidad e Río Chiquito en la localidad de Río Lindo, en el departamento de Cortés, en el cual aproximadamente 100 policías, 20 efectivos de la policía militar, 10 del ejército y varios de la DGIC invadieron el territorio recuperado por 150 familias, en el cual más de 75 habían construido sus casas con los materiales y esfuerzos que han podido obtener.
El desalojo se produjo al medio día de hoy, utilizando tractores y maquinaria pesada para destruir las casas de madera en las que han vivido desde hace casi 2 años los compañeros y compañeras organizadas en el COPINH, dejándoles sin un techo con qué protegerse. De igual manera se destruyó la huerta y sembradíos de la comunidad, arruinando con tractores las plantaciones de yuca, caña, plátano y pequeñas milpas, violando cualquier tipo de derecho. Incluso se destruyó un horno artesanal que tenía la comunidad y mataron unas gallinas pertenecientes a la comunidad.
La comunidad de Río Chiquito ha protegido su territorio desde que le fue donado a las mujeres de la misma, sin embargo, han sido atacados por las autoridades municipales, en especial por el alcalde anterior, que utiliza 3 testaferros para despojar a los compañeros y compañeras, y vender la tierra.
El compañero Nelson García fue un activo militante del COPINH, en la defensa del derecho a la habitación, lo recordamos por su activa participación en el proceso de recuperación de la tierra y la fundación de la comunidad de Río Chiquito. Lamentamos esta nueva muerte a 13 días del vil asesinato de nuestra coordinadora General Berta Cáceres.
El asesinato de nuestro compañero Nelson García y el desalojo de la Comunidad de Río Chiquito se suman a la guerra en contra del COPINH, que busca acabar con su labor de defensoría, resistencia y construcción de más de 22 años.
Estas agresiones del día de hoy se suman a la gran cantidad de amenazas, agresiones, asesinatos, intimidaciones y criminalizaciones dirigidas en contra del COPINH.
Desde el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres hemos sido objeto de una gran cantidad de incidentes que demuestran el nulo interés por parte del Estado hondureño por garantizar nuestra vida y la labor que desempeñamos. Así como su irrespeto a los mandatos de la CIDH en cuanto a la aplicación de las medidas cautelares que se nos han otorgado. Las medidas cautelares fueron emitidas el días 6 de marzo y hoy 9 días después nos asesinan un compañero.
¿Cómo se supone que confiemos en el proceso investigativo del Estado si a la coordinación de la organización se le hostiga criminalmente mediante el llamado a declarar investigando su presunta participación en el asesinato, mientras no se investiga a las fuentes de las amenazas?
¿Cómo se supone que se haga justicia en el caso de nuestra lideresa Berta cuando no se garantizan las medidas necesarias para la protección de su familia, y las hijas y compañeros de nuestra compañera Berta han sido perseguidas por un hombre armado en la ciudad de Tegucigalpa en medio de los encuentros con autoridades?
Desde el mismo día del asesinato de Berta, las instalaciones del COPINH en La Esperanza han sido vigiladas por personas desconocidas, intimidando a quienes permanecemos en resistencia, siguiendo el legado de nuestra lideresa.
De igual manera los compañeros y compañeras de la comunidad de Río Blanco han sufrido agresiones de persecución cuando se trasladaban a la ciudad de Tegucigalpa para exponer su caso ante entes como el Ministerio de Gobernación y los representantes del grupo de representantes diplomáticos del G16.
Además de un incidente en el cual los compañeros de la comunidad se trasladaron al Río Gualcarque y fueron agredidos por los guardias de seguridad del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, mediante disparos de escopeta, que afortunadamente no hirieron a ningún miembro de la comunidad.
Todas estas agresiones hacen parte de un plan de exterminio en contra de nuestra organización y hacemos un llamamiento a la solidaridad nacional e internacional para luchar en contra del mismo.
Exigimos que cese la persecución, el hostigamiento y la guerra en contra del COPINH.
Exigimos que el Estado hondureño responda por la muerte de nuestros compañeros y compañeras y no exista más impunidad.
Exigimos justicia para nuestra compañera Berta Cáceres.
Con la fuerza ancestral de Lempira, Mota, Etempica, Berta, se levantan nuestras voces llena vida, justicia y paz.
¡¡¡Berta Vive, la lucha sigue!!!
La Esperanza, Intibucá, Honduras. Dado a los 15 días del mes de marzo 2016.
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