EMERGENCIA DE DERECHOS HUMANOS EN LA CORDILLERA OCCIDENTAL, MUNICIPIOS DEL CENTRO NORTE DEL VALLE, POR PRESENCIA CRIMINAL DE ESTRUCTURAS PARAMILITARES.
Organizaciones europeas de Derechos Humanos, de solidaridad y de desarrollo alertamos sobre la grave situación de derechos humanos que sufre la zona del Centro del Valle, Colombia.
El resurgimiento en los últimos meses del paramilitarismo en los municipios de Bolívar, Trujillo y alrededores en el Departamento del Valle del Cauca nos recuerda las dolorosas décadas de los 80s y los 90s en esa misma región, donde estos grupos actuaban articulados en la doctrina del “enemigo interno”, sembrando terror para imponer lo necesario al capitalismo neoliberal y sus flujos económicos legales e ilegales.
Hoy día el grupo paramilitar Clan del Golfo disputa contra las disidencias de las Farc-Ep, pero ambos tienen apoyos y operaciones conjuntas con sectores del Ejército, la Policía e instituciones de estos municipios.
La reaparición del paramilitarismo abiertamente con una estrategia de control territorial, no tiene como fin solamente apropiarse de recursos mineros y rentas del estado en esa región, sino que están intentando a sangre y fuego sostener una ruta de salida de alcaloides y entrada de armas y contrabando a través del Cañón de las Garrapatas que comunica la región altoandina de la cordillera occidental con la salida al mar por el departamento del Chocó.
Esta ruta resulta estratégica y complementaria a las que están intentando imponer en el Bajo Cauca y Magdalena Medio, conectando la costa atlántica antioqueña y cordobesa a la frontera con Venezuela.
Desde el “Norte Globalizante” democrático debemos denunciar y movilizarnos para persuadir a los gobiernos e instituciones multilaterales a que intercedan y contribuyan a parar este baño de sangre, toda vez que sus elites, insertas en la economía extractiva, se ajustan a este modelo contaminante y genocida, confirmado en varios países de África, como el Congo.
La información que detallamos a continuación ha sido trabajada con rigor desde las comunidades de la región y respaldada en en fuentes de las mismas instituciones del Estado. Los testigos y las propias víctimas no pueden denunciar, ni mostrar sus identidades, porque están en condición de “Población Confinada”.
“El pasado 22 de noviembre del año 2023, La Defensoría del pueblo emitió la alerta de inminencia N° 038-2023 que contemplaba la presencia de tres grupos armados en los corregimientos de Venecia (Débora alta y Débora baja), La Sonora (Monteloro) y la vereda Puente Blanco en el municipio de Trujillo; y Dosquebradas, Cristales y Naranjal en el municipio de Bolívar (Valle del Cauca).
Para ese momento, se identificaban tres grupos diferentes, denominados “Los guatines” en el corregimiento de Venecia; la “Nueva Corporación” en la Sonora y Monteloro (Trujillo) y los corregimientos del municipio de Bolívar ya mencionados; así como un tercer grupo, sin identificar, que permanecía en las inmediaciones de ambos municipios. Esta alerta, venía precedida de una ola de inseguridad y rumores desde varias instancias en el municipio, acrecentada por algunos homicidios en las inmediaciones.
Ya en esta denuncia, se alerta del control territorial que venían imponiendo los tres grupos y de cómo esto podía escalar con múltiples consecuencias para la vida y la integridad de las personas.
El mismo 18 de noviembre de 2023, en el corregimiento de Venecia, tres personas fueron asesinadas dentro de una camioneta. Los tres hombres asesinados tenían armas de fuego en su poder y uno de ellos había cumplido sentencia por ser parte de grupos paramilitares en los años 2000. Esta fue la primera vez que varios campesinos comenzaron a plantearse la posibilidad de desplazarse ante el temor de una escalada de violencia y que en la zona urbana se habló abiertamente de la presencia de grupos armados en el municipio, más allá de especulaciones.
Durante ese año se habían presentado asesinatos tanto en la zona urbana y la zona rural por parte de sicarios, entre ellos el de una mujer del barrio La Plazuela, el dueño de una finca-restaurante bastante conocida, un indígena del resguardo Drua-do y un menor de edad.
El 11 de diciembre fueron asesinados dos hombres en La Siria, cerca de Cerro Azul (inmediaciones de Trujillo y Bolívar), aunque no se reportó más que los dos homicidios y que había ocurrido en horas de la noche, algunas personas cercanas a la familia afectada hablaron de que los desconocidos que entraron a la finca primero torturaron y luego asesinaron al más joven de los dos. Todo esto ocurrió con la presencia de una mujer y un niño, a quienes dejaron ir al día siguiente y quienes se fueron del municipio.
Ya en 2024 la violencia pareció contenerse durante los primeros meses, pero las personas de la zona rural estaban en alerta, reportando a varias entidades de Derechos Humanos la presencia de personas desconocidas por carretera que, llevando o no uniformes, se comportaban de forma sospechosa y vigilaban algunas entradas y salidas del municipio.
En los primeros días del mes de enero, las tropas de la Tercera Brigada del Ejército Nacional, combatieron en el corregimiento de (Dos quebradas) contra un grupo no identificado y lograron una captura. En ese momento, se barajó que el hombre perteneciera al Clan del Golfo, pero no se aseguró nada.
También hubo reportes de asesinatos o enfrentamientos en zonas como Puente Blanco, pero desde la oficialidad no se dijo nada, incluso cuando se hablaba de varias motos o camionetas abandonadas en los costados de las vías. Durante este tiempo, en redes sociales y comentarios esporádicos desde la administración municipal, se habló de posibilidad de instalar una base militar en La soledad, Cerro Azul (Trujillo) con motivo de incrementar la seguridad en el sector, dado que el turismo hacia aquella zona había disminuido con las amenazas constantes que se estaban presentando en la carretera.
El 23 de abril de 2024, en la vereda San Isidro, fue asesinada Milena Marín, en carretera. Tenía impactos de bala. No se pudo ni identificar a los atacantes, aunque algunas personas del sector señalaron que tenía algún tipo de relación con el grupo sin identificar al que, para ese momento, se decía que era el Clan del Golfo.
El 16 de marzo, el señor José Germán Pineda fue asesinado en la vía que conduce del casco urbano a Cero Azul, era trabajador de las aguacateras y fue baleado en presencia de otros trabajadores que no pudieron identificar a los atacantes. El día anterior, en el barrio La Gruta, también se asesina a una moto taxista, Germán Mallarino, esta es la salida hacia Cerro Azul y Bolívar. Entre las declaraciones que hacen algunos allegados y otros trabajadores de transporte, es que es posible que viese algo en sus viajes o lo hubiesen utilizado para algún para un “trabajo” y lo estuvieran liquidando para silenciarlo.
El mototaxista era bastante conocido en el municipio por hacer perifoneo y ser cercano a distintos comerciantes.
En abril, el día 15, la policía logró evitar un homicidio cuando cuatro hombres, en dos motocicletas y llevando armas de corto y largo alcance, dispararon contra una vivienda en la zona urbana. Uno de los autores del intento de asesinato fue capturado, es allí donde, por primera vez se menciona en medio de comunicación y por parte de las autoridades, al Clan del Golfo como el otro posible grupo que hace presencia en el municipio.
El día 28 de abril, entre La sonora y Maracaibo, fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre con muestras de tortura y atado de manos. No fue identificado. Al mismo tiempo, y cerca de allí, se encontró también el cuerpo baleado de Javier Ramírez, del municipio del Dovio; las personas de la región comenzaron a evitar el tránsito en la noche y los vecinos comenzaron a alertar sobre personas sospechosas cerca a los centros poblados o en las carreteras.
En La Soledad, Cerro Azul, ese mismo día, también fue asesinado por un sicario Deyson Andrés Toro Gómez, el hombre tenía distintos impactos de bala y alcanzó a ser trasladado al Hospital Local Santa Cruz nunca se esclarecieron ni motivos, ni atacantes.
El día 3 de mayo, en Cerro Azul, Luis Quintero, propietario de un billar, fue asesinado en horas de la mañana, en su local; justo frente al sitio, se encontraba un grupo de personas, entre ellos enfermeros del Hospital Local Santa Cruz, estaban esperando atención medica en el puesto de salud.
Después de este hecho, la institución educativa del corregimiento, así como otros servidores públicos, suspendieron actividades en el territorio durante quince días, dando instrucciones a la comunidad de estar alertas y evitar desplazarse por carretera en solitario o después del anochecer. Vecinos y trabajadores de las aguacateras cercanas, mencionaron que el hombre llevaba escondido bastante tiempo, ya que el grupo armado que no se identificaba, lo estaba extorsionando
Ante el recrudecimiento de la situación, varias familias decidieron desplazarse fuera del municipio de Trujillo para preservar su vida, sobre todo aquellas con niños o ancianos. En varios reportes, las personas mencionan que “eso es un pueblo fantasma” y que las personas también tienen miedo de bajar al pueblo porque temen ser vistos desplazándose.
El fin de semana del 13 de mayo, son capturados en la zona urbana de Trujillo, dos personas identificadas como parte del Clan del Golfo que tenían estupefacientes y armas de diferentes calibres entre sus pertenencias.
Más adelante, también hay una captura similar en el municipio de Riofrío.
Los vecinos, trabajadores, servidores públicos y otros cercanos a los territorios, manifiestan que hay una preocupación por el incremento de enfrentamientos entre los diversos grupos.
La presencia de estos grupos se ha expandido también a los corregimientos de Bajo Cáceres y El tabor, donde ha alertado a vecinos y estudiantes, que regularmente se desplazan al colegio rural San Isidro o a los colegios de la zona urbana. En este caso, se han mencionado patrullajes, además de detención de vehículos y en algunos casos intimidación a menores de edad, donde las familias temen por un reclutamiento forzoso.
Más adelante, el alcalde Municipal de Trujillo, José Luis Duque, anuncia el día 24 de mayo, la llegada de la Tercera Brigada del Ejército Nacional con sus unidades, el Batallón de Alta Montaña N.º 10 y el Gaula Militar Valle, que, a el consejo de seguridad junto a las administraciones municipales de Trujillo y Riofrío, delegados de la Fiscalía General de la Nación, Personería y Policía Nacional. Frente a esto, distintos funcionarios públicos hacen declaraciones de que se prevé un aumento de la violencia, ya que ha sido necesario recurrir a instancias nacionales para poder ganar control militar frente a los distintos grupos.
El día 29 de mayo, cerca de las 5 p.m. se presentó un enfrentamiento, en las inmediaciones de Bolívar y Trujillo, en el corregimiento de Cerro Azul, donde el Ejército Nacional intercambió disparos con el grupo que se denomina Clan del Golfo. Los vecinos del sector mencionaron que, entre las armas preparadas para la defensa por parte del ejército, se vio artillería. Ese mismo día, después del mediodía, también hubo un incidente en el corregimiento de Primavera en el municipio de Bolívar, donde varios sujetos armados y sobre motos, dispararon hacia algunos agentes de policía del municipio en plena calle.
Debe tenerse en cuenta que los lugares donde se posicionan estos grupos armados tienen dos características importantes: Son la ubicación de grandes zonas de monocultivo de aguacate, café y pino, por lo que hay una importante presencia de empresas internacionales; al mismo tiempo, también son zonas conocidas por sus maravillas naturales y a las que el turismo había empezado a conocer hace poco, por lo que campesinos locales e inversión externa comenzó a llegar a ellas.
Campesinos y trabajadores dicen ver con frecuencia patrullas de hombres con armas largas en las inmediaciones de sus veredas y carreteras.
También es preciso decir que, aunque en la prensa oficial y las declaraciones se diga que “Los guatines” están al servicio del Clan del Golfo, la realidad es que muchos campesinos, líderes sociales y personas cercanas a la administración municipal, manifiestan que ese escenario no está tan claro y que más bien pareciera que los distintos grupos se enfrentan entre sí, sobre todo a partir del asesinato de Luis Alfredo Méndez, conocido comerciante de Trujillo que fue baleado en el 2022 en el parque central de Trujillo, quien tenía conexiones con uno de los dos grupos.
La última situación de riesgo se presentó el sábado 1 de junio del 2024 en inmediaciones de la vereda Morabito, donde los registros en video de varios vecinos dejan en evidencia el uso de explosivos. Y, aunque la versión oficial habla de enfrentamiento entre el Ejército y Clan del Golfo, las personas de las distintas localidades hablan de que primero el Clan del Golfo se estaba enfrentando a otra estructura, a lo cual se sumó el Ejército. También en estas semanas comenzaron a aparecer reportes de extorsiones y presencia del grupo “Ejército Gaitanista”, reconocible por sus insignias en trajes, que parece querer hacer su presencia notable ante el predominio de otros grupos con los que tendría que disputarse el territorio.
Este sería el quinto grupo reportado en la zona.
A esto se le suma el desplazamiento de distintas familias desde la zona de Puente Blanco, dónde los enfrentamientos han sido mínimos, pero la presencia de los diferentes grupos armados atemoriza a la población, viviendo en una “tensa calma””
Firmamos.
ALUNA Suecia, Asociación Bartolomé de las casas -Bilbao, Asociación Pueblo y Dignidad – Bilbao, Collectif de Solidaritè Genevois, Collectif Saya – Bruxelles, ECOVIPAD, UTOPAX – Lyon, Le Silure- Ginebra, Minga Luzern-Suiza…
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