Entrevista a Rommel Durán Castellanos, abogado del Equipo Jurídico Pueblos en revista ABOKATUOK.

Reproducimos por su gran interés la entrevista a Rommel Durán Castellanos, abogado colombiano del Equipo Jurídico Pueblos y Premio Internacional de Derechos Humanos Ludovic Trarieux. Una entrevista que le fue realizada por Enrique Lertxundi, justamente después de recibir ese premio y que ha sido publicada en la revista ABOKATUOK del Ilustre Colegio de Abogados de Gipuzkoa correspondiente al mes de enero.

Pregunta.- Antes de nada felicidades por tu premio:

Rommel Durán.- Muchas gracias. Sin embargo más que para mi, es un respaldo de la comunidad internacional a nuestro trabajo y es muy importante en este momento con la represión estatal, la persecución, amenazas y demás cuestiones que estamos sufriendo en Colombia.

P.- Entonces estamos hablando de un grupo no solo formado por abogados…

RD.- Somos un colectivo para el que trabajo, el Equipo Jurídico Pueblo. Un grupo interdisciplinario no solo de abogados sino también de trabajadores sociales, psicólogos que estamos al servicio del pueblo y por lo tanto este reconocimiento a la defensa de los Derechos Humanos lo hago extensivo a todo el grupo. Con este reconocimiento internacional se puede visibilizar más toda la problemática que existe en nuestro país.

P.- ¿Y vuestro trabajo a quién se dirige?

RD.- Trabajamos temas ambientales, representación de víctimas del terrorismo de Estado, ejecuciones extrajudiciales, torturas, defensa de presos políticos. Pero también tratamos de hacer una acompañamiento integral a las comunidades más desprotegidas desde lo psicosocial hasta lo formativo y organizativo.

P.- Abarcáis todo el país, una zona concreta.

RD.-Colombia es muy grande, tiene 112 millones de hectáreas y 32 departamentos, el equivalente a provincias aquí. Nosotros trabajamos en tres de ellos y son los que están más cercanos a la la frontera con Venezuela, pero también es donde hay más recursos, el Magdalena Medio. Donde más recursos estratégicos hay en el pais y el mayor enclave petrolero y también hay una extensión del monocultivo de la palma aceitera, proyectos energéticos, petróleo, etc. Esto es lo que ha llevado a que muchas personas sean judicializadas simplemente por defender sus terrenos de estos grandes proyectos, las detengan y directamente les acusen de pertenecer a la insurgencia. Es un secreto a voces que dice que muchas multinacionales financian a los paramilitares y esto lo que permite es el despojo de tierras, las detenciones, asesinatos, etc. Es una zona rica en minerales y muy rica para los monocultivos. Y para hacer infraestructuras en hidroeléctrica, de hecho Santander tiene la segunda hidroeléctrica más grande del pais y ahora hay proyectados otros 12 más, con lo que eso conlleva a futuro. Además de estos tres territorios también trabajamos con otras comunidades que nos piden apoyo y también en la capital, Bogotá.

P.- ¿Me está diciendo que es una profesión de riesgo ejercer la abogacía en Colombia?

RD.- Si, pero solo los que defendemos los Derechos Humanos o que trabajamos con comunidades y que afecte a intereses políticos, económicos y militares. Del resto no hay problemas. Claro que hay también abogados en la cárcel, pero son por otras cuestiones. En Colombia muchos abogados trabajan en lo público y pueden tener causas pero por otras cuestiones muy diferentes a las nuestras.

En Colombia no hay Colegio de Abogados como aquí. Algunos abogados nos organizamos en colectivos o en equipos de trabajo pero somos pocos. Colombia tiene de 300.000 a 400.000 abogados pero defensores de los Derechos Humanos somos muy pocos. No pasamos de 50.

Llama la atención la cantidad de abogados. De hecho es de los países donde más abogados hay por habitante. Aquí está el Colegio de Abogados que regula la profesión. Y si no estás inscrito en el mis-

mo no puedes litigar. Allí no. A nosotros nos regula el Consejo Superior de la Judicatura que tiene dos salas; la administrativa y judicial. Esta última es la que controla a los abogados y las faltas disciplinarias o de otra índole de nuestra profesión, pero al igual que hace con los jueces o fiscales. Es el que nos expide nuestra tarjeta credencial para poder intervenir como abogados sin necesidad de ningún tramite más.

P.- ¿Cómo definirías el momento actual en Colombia con el cese de las FARC?

RD.- Nuestro gobierno ha hecho muchos esfuerzos a nivel diplomático para decir que en Colombia ya no hay conflicto porque se firmó el acuerdo de paz con las FARC. Sin embargo es un fenómeno muy raro porque pareciera que allí solo hay un grupo insurgente pero también esta el EPL, el ELN, están los paramilitares. Una de las grandes crisis que estamos viviendo ahora es el acuerdo de paz en materia de justicia, algo que puede parecer contradictorio. Es decir se crea una jurisdicción especial para las FARC, una justicia transaccional, es como si fuera una Ley de punto final para los crímenes del Estado. Algo parecido a lo que paso aquí con Franco, en Chile con Pinochet o en Argentina con Videla. Y nosotros estamos por la labor de seguir buscando la verdad, la justicia y la reparación.

Y por otro lado el conflicto no solo es armado. Eso es solo una parte del mismo. Está el conflicto económico y social con los grandes niveles de desigualdad, éxodo ambiental por todo lo que ocasiona los grandes proyectos, y también conflicto político. Por eso no nos gusta hablar del posconflicto sino más bien del posacuerdo.

De hecho con ese acuerdo se han llevado a cabo una serie de reformas económicas, políticas y sociales que lo que han hecho es afectar aun más a muchas comunidades. Y también para coartar las

movilizaciones. Al desaparecer las FARC, para evitar que muchos conflictos se trasladaran a la capital se ponen medias anti-movilización. De hecho como se ha visto en estos días (mediados de noviembre) estamos en movilizaciones importantes en todo el país y ya se han registrado víctimas mortales.

P.- ¿Cómo ves la abogacía en España?

RD.- Digamos que hay muy pocos abogados defensores de los Derechos Humanos. Veo que están más enfocados a actividades empresariales y comerciales. Y veo que efectivamente en general no hay mucha preocupación por los problemas de otros abogados ya sean de Europa como del resto del mundo. Es como si fuera una especie de burbuja. Nada que no tenga que ver con el capitalismo donde nos enseñan a hacer una carrera competitiva y donde tienes que sobresalir. Sí veo que hay mucha preocupación de algunos abogados por la cuestión de los migrantes o la situación en las cárceles o centros de detención o acogimiento. En todo caso da la sensación que aquí el tema de los Derechos Humanos tampoco da “plata” y por eso no se practica mucho.

P.- Notas que no hay mucho interés por vuestra causa entre los abogados europeos…

RD.-No. Hemos encontrado la solidaridad de varios abogados de España, Francia, Italia, Bruselas o Reino Unido. Por eso hay una caravana solidaria que se realiza cada dos años en solidaridad con los abogados colombianos. La próxima será en agosto de 2020, es importante que puedan ir y solidarizarse. También necesitamos apoyo económico. Por otra parte vemos que, en Holanda por ejemplo, hemos visto a muchos abogados que trabajan para multinacionales que compran en Colombia y les hacen seguimiento de sus prácticas en los lugares de ori- gen de sus productor porque hay un proceso de conciencia social donde no se pueden violar los De-

rechos Humanos ni laborales ni políticos.

P.- ¿Qué hace que un abogado joven como es su caso se embarque en esta y no en otras especialidades

del Derecho?

RD.- Bueno gracias por lo de joven… ya no me considero como tal. Soy abogado penalista y podría ganar mucho dinero si trabajara en otras cuestiones o con otros clientes. Lo que más me motivó fue el entorno en el que me he movido en la universidad, profesores críticos, a través de los que conocí a otros abogados y abogadas que trabajan con estos Derechos no solo aquí en Colombia sino en otro países. Por Ello doy gracias a esos docentes que me han inculcado que la abogacía no es solo para ganar “plata” sino para defender y apoyar a los demás.

P.- Te ha llamado meterte en el tema político

RD.- No. no. Al principio yo quería ser juez. Una versión romántica del derecho. Pero me di cuenta de que en la práctica no había ni autonomía ni independencia judicial por lo que pensé que finalmente siendo litigante iba a poder ayudar mucho más. Incluso has sufrido una situación personal bastante dura. Mi situación es por el trabajo que hacemos. Además de un par detenciones arbitrarias en 2013 sufrimos un atentado de un grupo paramilitar y continuamente nos hacen seguimientos, amenazas, interceptaciones de teléfonos, etc. Incluso nos han ofrecido dinero, muchos pesos, para que no moviéramos algunos casos cosa que no hicimos. S u respuesta fue clara diciéndonos: “así como hemos recogido dinero para ofreceros, podemos recoger dinero para contratar a algún sicario…”. Denunciamos a la fiscalía pero nunca pasa nada. Peor suerte corrió mi hermano, asesinado en circunstancias extrañas y que por ahora están siendo investigadas.

(Fotografía de otra entrevista realizada por Arainfo)

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