20 ago. Colombia Informa.- En los Juzgados de Paloquemao, Bogotá, se celebró la audiencia el pasado lunes 13 de agosto en la que estuvo Fabián Mauricio Infante, antes Mayor del Escuadrón Móvil Antidisturbios -Esmad-, debido al encubrimiento del asesinato del estudiante Nicolás Neira.
Nicolás Neira murió el 6 de mayo del 2005, tras haber sido agredido brutalmente por varios policías del Esmad durante las jornadas del 1 de mayo en la ciudad de Bogotá.
Durante años los policías que participaron en el crimen contra el niño Nicolás Neira intentaron esconder la verdad con el fin de evitar la responsabilidad de miembros del ESMAD y salir impunes del caso.
La audiencia se celebró ante el Juzgado N° 9 de Conocimiento; allí el abogado defensor del imputado pidió la nulidad por incompetencia de la jurisdicción ordinaria, con el fin de que se remitiera el caso a la jurisdicción militar. Seguidamente intervinieron la Fiscalía y la representación de víctimas Yuri Neira, el padre de Nicolás, quien se encuentra exiliado en España como consecuencia de las constantes amenazas.
Ambos se opusieron a la petición de la defensa con base a la decisión del Consejo Superior de la Judicatura de septiembre de 2017, la cual determinó que la jurisdicción que debía pronunciarse en los procedimientos ligados a todos los hechos y actores involucrados en el homicidio de Nicolás Neira es la justicia ordinaria y no la militar.
Finalmente, tras oír a las partes, la Jueza acordó remitir todas las actuaciones a la sala disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura para que resuelva la petición de la defensa y que establezca la jurisdicción que debe proseguir con las mismas.
Algunas fuentes cercanas al caso informaron que esta decisión supone una nueva demora en éste, siendo una clara maniobra dilatoria de la defensa para evitar las responsabilidades de Fabián Mauricio Infante después de que el caso registrara nuevas evidencias en los últimos años.
Para el año 2005 el coronel Infante Pinzón se desempeñaba como comandante del ESMAD y, según los testimonios de agentes del mismo escuadrón, lo señalan como la persona que dio la orden de ocultar los hechos con el fin de que la institución policial no resultara involucrada.
El caso del homicidio de este estudiante de 15 años de edad es uno de los crímenes más repudiados que ha hecho evidente la brutalidad policial en Colombia y ha exigido el desmonte del ESMAD.
Después de 13 años de que sucedieron los hechos, la familia de Nicolás y la sociedad colombiana sigue esperando justicia, verdad y no repetición de estos crímenes.
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