A una semana de haber culminado los bloqueos en el marco de la Minga Nacional, convocada por la Cumbre Agraria Campesina Étnica y popular, llegan amenazas contra personas y organizaciones en Bucaramanga. Exigimos garantías para la movilización y esperamos protección para personas amenazadas.
A una semana de firmados los acuerdos entre la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, y el Gobierno Nacional, producto de un ejercicio de movilización y participación social, se producen nuevos señalamientos contra sus miembros, sus organizaciones y se sigue violentando el derecho a la movilización, a la participación política, además de poner en riesgo las personas allí mencionadas.
El pasado jueves 16 de junio, se hizo público un “comunicado”, firmado por un grupo autodenominado “Bloque Metropolitano de Bucaramanga de las Águilas Negras”, en el que se realizan amenazas contra líderes estudiantiles, profesores y trabajadores de Identidad Estudiantil, Congreso de los Pueblos, Sintraunicol, Marcha Patriótica y otros colectivos presentes en la Universidad Industrial de Santander.
Dichos líderes son declarados objetivo militar, por la razón de apoyar el paro que se vivió por dos semanas en el país, y de ser miembros de la guerrilla; termina con algunos insultos y una mención a que la universidad se va a estudiar y no a querer cambiar el país.
Desde el Congreso de los Pueblos, expresamos nuestro más profundo rechazo a dichas amenazas, y exigimos al Estado la protección de la vida de las personas mencionadas, y de todas las colombianas y colombianos que salimos a las calles a construir paz desde la movilización, la protesta y la propuesta.
Este es un momento de movilización, solución política y construcción de paz. Sin embargo, el sectarismo político de la extrema derecha es incapaz de superar el odio por cualquier alternativa, y el Estado colombiano es instrumento por acción o por omisión.
Hacemos responsable al gobierno nacional, en cabeza del Juan Manuel Santos de la vida y la integridad de nuestros congresistas populares, pues ellos son semillas de nuevo país, y constructores de paz con justicia social.
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