“Que no muera La Esperanza”
26 ago. CI.- La vereda La Esperanza, del municipio Carmen de Viboral, en Antioquia, rindió homenaje a 20 años de memoria y resistencia por las víctimas asesinadas y desaparecidas. El pasado 20 de agosto, se realizó un acto simbólico que conmemoró la lucha de las familias víctimas de los paramilitares y miembros del Ejército Nacional en esta zona del país; asesinatos ordenados por Ramón Isaza alias ‘El Viejo’, exjefe de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio -ACMM-. Familias, amigos y organizaciones sociales se encontraron en esta ocasión para recordarle al Estado que ya son 20 años de impunidad.
A mediados de 1996 la vereda La Esperanza, que está ubicada en unas de las vías principales del país, la vía Medellín -Bogotá, y que está poblada por campesinos, fue víctima constante del fuego cruzado de grupos armados como el EPL -Ejército Popular de Liberación-, ELN -Ejército de Liberación Nacional-, las FARC -Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-, las ACCM y miembros del Ejército Nacional. Los dos últimos grupos, además de las balas, se se llevaron a la fuerza a varias personas -padres, tíos y hermanos- que aun siguen desaparecidas. Las primeras denuncias fueron expuestas por el entonces personero Helí Gómez Osorio, pero fue asesinado en noviembre de 1996, “Podrán matar un hombre, pero nunca sus ideales”. Después de la trágica muerte de Helí, los habitantes de la vereda comenzaron a levantar, valientemente, sus voces para exigir justicia, reparación y no repetición.
Caravanas de buses llegaron a la vereda con diferentes organizaciones como Hijos e Hijas por la Memoria y Contra la Impunidad, la Corporación Jurídica Libertad, el Centro Nacional de Memoria Histórica, y el Movice, las cuales trabajan por reivindicar los derechos de las víctimas frente a los crímenes de Estado.
El acto estuvo acompañado por una marcha en la vía y actividades culturales en La Esperanza. Todo esto con el objetivo de pedirle otra vez al Estado que de a conocer la verdad de los hechos. Sin embargo, en La Esperanza no todo fue dolor, también a través del arte se expresaron los jóvenes y los niños que le apuestan a un mañana sin violencia, con la emotiva obra de teatro realizada por hijos y nietos de las familias de la vereda, una puesta en escena sensible que logró rescatar los principios del territorio, de la comunidad.
La conmemoración por estos 20 años de resistencia finalizó con el agradecimiento a todos aquellos que han apoyado de alguna manera el proceso que los habitantes de La Esperanza han tenido durante este tiempo, son muchos más los que exigen “Que no muera La Esperanza”.
Fuente: http://www.colombiainforma.info/que-no-muera-la-esperanza/